Manipulación de amianto

Décadas atrás muchos empresarios supieron de los peligros de estar expuestos al amianto sin que informaran o advirtieran a sus trabajadores de estos peligros o les dieran herramientas para, al menos, protegerse a sí mismos.

Por suerte hoy en día hay estrictas regularizaciones que hacen que cualquier persona que esté en contacto con el amianto deba seguir un protocolo de seguridad al objeto de que esté protegido frente a las posibles enfermedades que se derivan de la exposición al amianto.

La responsabilidad del empleador

Los titulares de negocios en los que se manipulen materiales de amianto tienen una gran responsabilidad en cuanto a informar a sus trabajadores. Esta responsabilidad incluye:

• Una política escrita sobre salud y seguridad
• Procedimientos sobre una respuesta de emergencia
• Formación en cuanto a la manipulación de amianto
• Inspecciones regulares
• Equipos de seguridad (mascarillas, guantes...) de manera que el amianto se manipule de una manera segura
• Facilidades descontaminadoreas para asegurar que no quedan libres niveles elevados de amianto
• Notificación de todos los riesgos que se asocian con la manipulación de amianto
• Investigaciones cuando ocurra un accidente
• Un responsable de seguridad
• Ropa protectora que se lleve sólo cuando se manipule amianto (la ropa debe cubrir todo el cuerpo)

En cualquier caso, el empresario debe asegurar que sus trabajadores comprenden completamente el riesgo implícito en la manipulación de amianto y que si el amianto se manipula correctamente no hay peligro alguno.

Amianto en casa

Si una persona sospecha de que en su domicilio puede haber una fuente de exposición se recomienda que no trata de manipularlo por si mismo. Existen empresas especializadas en la manipulación de amianto que tienen la formación necesaria para tratar correctamente este asunto sin que ello suponga un riesgo para las personas que viven en casa.