Un ensayo clínico es una investigación relacionada con la salud o con la biomedicina que se lleva a cabo con humanos. Los ensayos clínicos son importantes porque se construyen sobre el conocimiento adquirido y sobre las bases que se han desarrollado en el laboratorio, de manera que sirven para futuros tratamientos a administrar en hospitales.
Al participar en un ensay clínico los pacientes tienen la oportunidad de jugar un rol más activo en el propio cuidado de su salud. Los ensayos clínicos son una forma de que los pacientes tengan acceso a nuevos tratamientos, terapias y medicamentos antes de que se hayan establecido de modo convencional. Este acceso temprano es esencial para los pacientes con mesotelioma dado que este tipo de cáncer tiene una esperanza de vida menor que otros. Los pacientes que participan en los ensayos clínicos no solo se ayudan a si mismo sino a otros pacientes que no han sido diagnosticados todavía, participando en investigaciones médicas y ayudando a los expertos a conocer mejor y entender las especialidades de ciertos tipos de enfermedades.
Algunos ejemplos de lo que será estudiado durante un ensayo clínico son:
Los ensayos clínicos se dividen en dos categorías, interventiva y observadora
Interventiva- este tipo de ensayo implica que a los sujetos objetos de investigación se les asigne un tratamiento u otra intervención por parte del investigador, quien recogerá los resultados.
Observadora- los sujetos objeto de investigación son observados y los investigadores miden sus resultados. Durante un ensayo clínico de estas características los investigadores no interfieren en la progresión natural del paciente administrándoles fármacos o tratamientos.
Los ensayos clínicos pueden ser igualmente divididos conforme el método explicativo de lo que el ensayo pretende hacer:
-tratamiento -prevención -diagnóstico -exploración –calidad de vida
Todos los ensayos clínicos se llevan a cabo en fases, que se ordenan y llevan a cabo en orden ascendente. En cada fase el ensayo tiene una finalidad distinta y ayuda a responder distintas preguntas.
Fase I—Es normalmente la primera fase en la que los fármacos o los tratamientos se prueban en los humanos, antes en el laboratorio o en animales. En esta fase los médicos pautan pequeñas dosis que van incrementando con el objetivo de ver los efectos secundarios o positivos en los pacientes. El objetivo de esta fase I no es solo ayudar a los pacientes sino también probar la seguridad de los fármacos. Si después de esta fase, el fármaco o el tratamiento se encuentra que es razonablemente seguro, se pasa a la fase II del estudio. En esta fase el número de personas sometido a estudio es pequeño (entre 20-80 personas).
Fase II—en esta fase los fármacos y tratamientos experimentales se administran a un número más grande de personas (normalmente entre 100 y 300) para evaluar su seguridad y efectividad.
Fase III—cuando un estudio llega a esta fase el ensayo se prueba aleatoriamente y se elige un mayor número de pacientes (entre 1.000 y 3000) Normalmente hay grupos de control, al igual que grupos de tratamiento, concerniendo la decisión de a qué grupo va cada paciente no al médico, sino a los investigadores y a los coordinadores del ensayo. La Fase III normalmente requiere de la autorización gubernamental.
Fase IV—los fármacos y los tratamientos solo entran en esta fase después de que hayan sido autorizados. En este fase, los tests se hacen a un número más importante de personas que en la fase III pues es necesario saber más sobre su seguridad y sobre los efectos secundarios a corto y largo plazo. La fase IV puede ayudar a los médicos a determinar si hay un efecto secundario raro o si el tratamiento se puede usar con otros métodos y terapias.
Hay que destacar que puesto que el número de mesoteliomas anualmente diagnosticado tiende a ser inferior a otros cánceres, el número de gente que puede participar en cualquier ensayo está lejos de la media de los números anteriormente establecidos.
Los ensayos clínicos llevados a cabo con métodos fiables y en clínicas y hospitales con reputación son una buena forma de que los pacientes:
Sin embargo, los ensayos clínicos no están exentos de riesgos y los pacientes deben estar plenamente informados sobre cualquier complicación que puede surgir como consecuencia de participar en un ensayo clínico. Estos riesgos según su severidad pueden incluir:
Cualquier juicio clínico requiere una pauta para aquellos que quieren ser objeto de estudio. Los coordinadores determinaran si el paciente puede o no seguir esa pauta siguiendo criterios de inclusión y exclusión. Con estos criterios es como se consigue que los estudios sean capaces de dar los mejores resultados y puedan identificar a los candidatos apropiados sin afectar a su seguridad. La lista de especificaciones además permitirá contestar a las cuestiones objeto de investigación.
Los criterios de inclusión y exclusión son los estándares médicos y sociales que determinarán que la persona puede o no someterse a un ensayo. Los criterios normalmente se basan en la edad, el sexo, el tipo y estadio de la enfermedad o cáncer, historial de tratamientos precios y si el paciente está en óptimas condiciones de salud.
USO DE COOKIES
Este sitio web utiliza cookies PHP para mantener la sesión del navegador y cookies de terceros (Google Analytics) para realizar tareas de analítica de visitas. Al continuar con tu navegación entendemos que aceptas nuestra política de cookies.
Acepto la política de cookies lea nuestra política de privacidad