Un oncólogo clínico es un médico que está especializado en el uso de medicamentos, como la quimioterapia, las hormonas y los analgésicos (medicamentos que se dan para reducir el dolor) en el tratamiento de un cáncer específico, en este caso el mesotelioma.
Puesto que el mesotelioma es un tipo raro de cáncer, es posible que el oncólogo clínico no haya tratado a muchos pacientes con mesotelioma. Esto no significa que no esté cualificado para tratar al paciente pero sí que sus conocimientos sobre este específico cáncer pueden estar limitados. Es recomendable que el paciente y la familia visiten a un oncólogo que esté especializado en las áreas del mesotelioma pleural o peritoneal.
Estos oncólogos están con el paciente durante todos los pasos desde el diagnóstico hasta el tratamiento. Educan al paciente sobre el tipo de cáncer que padece y sus estadío, y discutirán con el paciente sobre las opciones de tratamiento dándoles recomendaciones educativas. Monitorizarán los cuidados y tratamiento en el curso de la enfermedad y trabajaran con el paciente para mejorar su calidad de vida y aliviar la sintomatología dolorosa.
Muchos de los oncólogos clínicos han participado en ensayos clínicos para investigar nuevas formas de tratamiento para los estadios I y II del mesotelioma maligno. Los resultados de estos estudios han demostrado que para ambos estadios la inmunoterapia intra-pleural y la quimio-inmunoterapia sistémica son exitosas. Los resultados más esperanzadores en los ensayos de quimioterapia sistémica se hallaron con el tratamiento con cisplatin, 5-fluorouracil, mitomycin C y etoposide, ofreciendo una media de resultados positivos del 38% y alcanzándose una esperanza media de vida de 16 meses.
En otro estudio clínico, la Dr. Hedy Kindler, Profesor asociado del Programa de Medicina del Mesotelioma de la universidad de Chicago, también encontró resultados comprometedores. Ella y su equipo descubrieron que los pacientes tratados con Alimta y cisplatin mejoraban su calidad de vida, pues no sólo se mejoraba la fatiga, el apetito y el nivel de actividad sino que se mejoraba la limitación en la respiración y la función pulmonar. Gracias a estos descubrimientos la FDA aprobó el Alimta como fármaco para tratar el mesotelioma en 2.003.
Por ello ¿Cómo puede el campo de la medicina hacer progresos contra la enfermedad? Si los médicos entienden la biología del mesotelioma, podrán encontrar mayores descubrimientos científicos con la esperanza de un futuro más esperanzador. Además puesto que el periodo de latencia es de 20 a 50 años, la detección precoz es una clave. Aprender a cómo usar los nuevos biomarcadores y desarrollar otros nuevos puede ayudar a los oncólogos a combatir esta enfermedad en sus tempranos estadíos.
Como con cualquier médico es bueno saber que el oncólogo clínico va a estar ahí para el paciente y su familia y que estará dispuesto a resolver todas las preguntas que pueden surgir en cuanto al tratamiento, la quimioterapia o cualquier otra pregunta relacionada con el mesotelioma. Ser diagnosticado con un mesotelioma puede ser aterrador por lo que tener la mejor información posible ayudará en este proceso donde el oncólogo está para ayudar.
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