Los métodos complementarios y alternativos son aquellos que todavía no han sido reconocidos como tratamientos estándar para el cáncer u otras enfermedades. Muchas veces estos métodos son paliativos, lo que significa que solo tratan los síntomas y no se desarrollan como un intento de curar la enfermedad. Los tratamientos alternativos y complementarios como pertenecen a la categoría de tratamientos para el cáncer, incluyen numerosos métodos de varias culturas.
Los tratamientos del cáncer se categorizan de acuerdo a como han sido desarrollados en su investigación, ensayos clínicos y prácticas comunes. Los tratamientos probados son aquellos que han sido sometidos a rigurosas investigaciones, han dado éxito en los ensayos clínicos, y son sanos y eficaces. Los tratamientos de esta categoría han sido en mayor parte aprobados por la FDA de EEUU. Estos tratamientos se basan en evidencias que han sido probadas con métodos científicos y cuyos resultados se han publicado en revistas científicas. Además estos tratamientos están en práctica y normalmente se practican en la medicina convencional.
Otros tratamientos que de momento no han penetrado en la medicina convencional, se refieren a investigaciones y tratamientos experimentales. Estos métodos normalmente se han sometido a ensayos clínicos, a los que acuden normalmente voluntarios que se someten a los mismos no sólo buscando su propia curación, sino para ayudar a los médicos a desarrollar curas y tratamientos que pueden ser usados en casos posteriores. Generalmente antes de someter a los humanos a estos tests, los ensayos se hacen en el laboratorio o usando animales. Los tests con resultados prometedores se incorporan a ensayos con humanos. De ahí, cualquier hallazgo positivo se remite a las agencias gubernamentales para que aprueben y regulen su uso. Sólo a partir de este punto es cuando un tratamiento se conoce como estándar.
El objetivo de ciertos tratamientos no es que se conviertan en tratamientos estándar sino que se utilicen junto con otros tratamientos. Es lo que se llama tratamientos complementarios. Muchos de estos tratamientos son los que ayudan en los cuidados paliativos. Los tratamientos complementarios pueden ayudar con la sintomatología y a mejorar la calidad de vida del paciente. Se trata de tratamientos que pueden sustituir a la medicina convencional, cuando los esfuerzos curativos dejan de ser una opción viable. Los métodos alternativos también suelen depender de factores externos como la cultura. Ambas categorías pueden incluir métodos que todavía no se han desarrollado en estudios clínicos y cubren un amplio rango de metodologías. Cuando se usan tratamientos fuera de la medicina convencional, es importante considerar los efectos secundarios y las consecuencias de someterse a un tratamiento que no ha sido aprobado ni por la FDA ni por otras instituciones gubernamentales. Los tratamientos que han sido declarados como estándar siguen unos tests rigurosos durante largos periodos de tiempo. Los métodos alternativos y complementarios no siguen las mismas guías científicas.
Aquellos a los que se les ha diagnosticado con enfermedades como el mesotelioma, al igual que otros pacientes con cáncer, deben buscar el tratamiento que mejor se adapte a su estilo de vida y cultura. Deben buscar igualmente cual es mejor método que alivie sus síntomas. Esto especialmente importante para aquellos diagnosticados con mesotelioma pues, dado el periodo de latencia, el diagnóstico solo se da en los últimos estadíos. Los factores que influyen en las opciones de tratamiento incluyen el diagnóstico, el pronóstico y el estado, siendo todas ellas condiciones que deben ser determinadas por un médico
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