El 'entrenador' de los pacientes oncológicos que promueve el ejercicio basándose en su propia experiencia como enfermo de cáncer

Chema Moya es maestro especialista en Educación Física, Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la UAM y enfermo de cáncer desde 2010. A los 35 años le diagnosticaron un mesotelioma peritoneal y más tarde tuvo metástasis en ambos pulmones, su estado actual. Pero nada en su aspecto físico y menos en su actitud revela que tenga cáncer, y menos que se dedique a entrenar a otros enfermos a través de UAPO Madrid, la Unidad de Apoyo al Paciente Oncológico, de la que es uno de los cofundadores.

UAPO es una iniciativa del doctor Jesús Candel, el médico granadino conocido como Spiriman que se hizo popular en redes sociales por liderar las protestas contra los recortes de la Sanidad en Andalucía en 2016. «En 2020 le diagnostican un cáncer de pulmón con bastante metástasis, y él, como médico y como enfermo, ve que a los pacientes oncológicos se les trata con medicina, pero que no hay mucho más», cuenta Chema. «Y decide montar junto a su entrenador y amigo Javier Cánovas una unidad en la que al paciente se le trate también mediante el ejercicio físico y actividades complementarias como la nutrición, la psicología, la fisioterapia... Y deciden montar un centro fantástico en Peligros, Granada».

Paralelamente, sin saber aún nada de UAPO, Chema y un compañero de la universidad, Alberto Sanz, le dan vueltas a crear un proyecto que combine actividad física y cáncer. «Como profesionales de la actividad física, ambos creemos en los beneficios del ejercicio en general y en la población enferma en particular. Estábamos en esas cuando nos enteramos del proyecto UAPO Granada y decidimos ponernos en contacto con ellos». Así nace en octubre de 2022 la sede de UAPO en Madrid, en la Ciudad Deportiva Juan Antonio Samaranch de Colmenar Viejo, unas instalaciones públicas de gestión privada que les cede una empresa.

Allí forman un grupo de profesionales que comienza a entrenar a pacientes de todos los tipos de cáncer y con edades comprendidas entre los 15 y los 83 años. Y eso que al inicio de ser diagnosticado, Chema, tampoco tenía muy claras las opiniones médicas a la hora de recomendar ejercicio a los enfermos de cáncer. «Los consejos tradiciones eran: si usted está cansado, tiene que descansar, no haga ejercicio porque puede ser contraproducente... Pero afortunadamente en la actualidad la evidencia científica confirma todo lo contrario y se han demostrado los beneficios del ejercicio en los pacientes con cáncer: la fatiga por la propia enfermedad y por los tratamientos se combate con ejercicio, porque tanto la generación de más músculo como todo el proceso hormonal hace que se combata. Es una paradoja que a una persona enferma que se encuentre muy cansada se le incite a hacer ejercicio, pero los avances y estudios científicos lo avalan; desde las consultas oncológicas se recomienda a los pacientes que incluso se encuentren en la fase aguda de la enfermedad a que se muevan, siempre dentro de sus posibilidades, incluso con la mayor intensidad posible», explica Chema. «Obviamente el ejercicio tampoco es la panacea, pero el tiempo que dure la enfermedad estarás más funcional. Los pacientes nos comentan: es que duermo mejor, como mejor, los efectos secundarios de la quimioterapia no son tan fuertes...».

UAPO es gratuito, se financia a través de las cuotas de socio y donaciones. «Somos una entidad sin ánimo de lucro. No hacemos negocio con el paciente: lo que decimos al atleta cuando llega es que queremos que esté con nosotros el menor tiempo posible. Que entrene, que aprenda a entrenar para que sea independiente y tenga la habilidad de ir a su gimnasio cercano para seguir haciendo la actividad. Además, ahora a los enfermos de cáncer nos ha dado por no morirnos, y la UPAO nunca va a ser capaz de poder atender a todos. Solo en Madrid, el año pasado hubo 40.000 nuevos casos». De momento ya hay 150 atletas y en septiembre abren otra unidad en la Universidad Autónoma de Madrid.

Fuente: www.elmundo.es

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