El mesotelioma en España: “No somos conscientes del riesgo que el asbesto puede implicar”

El mesotelioma es un tipo de cáncer muy agresivo, que presenta tasas muy bajas de supervivencia y que cuenta con un diagnóstico bastante complicado. Se trata de una patología asociada con la exposición al asbesto, por lo que presenta pacientes que en su vida laboral convivieron con este tipo de material, y que cuenta en la actualidad con grandes retos en su control. Además, determinados episodios de la historia, como el atentado de las Torres Gemelas, han incidido en el aumento de la enfermedad.

En España, ciertas fábricas en zonas como Galicia o las construcciones del metro de Barcelona, también contribuyeron al aumento de la incidencia del mesotelioma. Sin embargo, la patología ha ido en descenso progresivamente, debido al control en la fabricación de materiales que contuvieran asbesto. Así, se observa una incidencia variable en la enfermedad, que fluctúa en función de eventos que suceden a lo largo del tiempo.

El mesotelioma aparece cuando determinadas partículas del material entran en el cuerpo a través de las vías aéreas, y se depositan en algunas zonas del pulmón. Por ello, “el asbesto está también relacionado con el cáncer de pulmón, no solo con el mesotelioma”, indica para ConSalud.esJuan Carlos Trujillo, jefe del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelonay coordinador del Proyecto CASSANDRA de cribado de cáncer de pulmón de SEPAR.

El diagnóstico de la enfermedad continúa siendo de gran dificultad, debido a que carece de síntomas específicos. Una vez estos aparecen, el paciente se encuentra ya en fases muy avanzadas del cáncer. A su vez, los tratamientos tampoco son eficaces a largo plazo. “Es una enfermedad que desgraciadamente tiene una supervivencia muy baja, debido a un diagnóstico tardío y a que todos los tratamientos que hemos intentado aplicar no ofrecen supervivencia a largo plazo”, añade el experto.

El tratamiento de esta patología parte de diferentes tipos de quimioterapia o cirugías extremadamente invasivas en los casos en los que el tumor estaba localizado. En estas operaciones, se extraía pulmón, pleura y otras estructuras de la zona. Este proceso era muy invalidante. Sin embargo, en los últimos años, se ha logrado avanzar en estudios con inmunoterapia.

Según explica Juan Carlos Trujillo, en el Congreso Mundial del Cáncer de Pulmón, celebrado hace unas semanas, se ha publicado un estudio que pone de manifiesto que el tratamiento quirúrgico no aporta ningún beneficio a la evolución de la enfermedad.

El mesotelioma continúa también presentando desafíos en otros aspectos, como por ejemplo, en el acceso a la atención médica. Aquí, es fundamental poder llevar a cabo un cribado de las personas que han podido tener un riesgo elevado en la exposición. De este modo, se podría diagnosticar la enfermedad en sus fases iniciales.

Mejorar los tratamientos e identificar zonas de riesgo y controlarlas es fundamental para controlar el mesotelioma.También es necesaria una equidad en el acceso a los últimos tratamientos de quimioterapia e inmunoterapia, que permitan mejorar la supervivencia a la enfermedad.

Sin embargo, “el reto más importante es dejar de utilizar ese tipo de productos”, argumenta el experto, que añade que  “hay países, como India, en los que siguen utilizando y fabricando ese material. Esto es algo que nos puede afectar, por mucha legislación que tengamos aquí”.

Por otro lado, sigue haciendo falta una mayor concienciación de la población al respecto. Las personas que han vivido o trabajado en zonas de riesgo suelen estar concienciadas sobre lo que la exposición al asbesto y el mesotelioma suponen, pero el resto de la población lo desconoce.

“Una de las manifestaciones que hace la Asociación Española de Pacientes Afectados por Asbesto es concienciar a la sociedad de que la manipulación de estos materiales supone un riesgo elevado para la salud, y que estas deben ser llevadas a cabo dentro de la legislación”, comenta Juan Carlos Trujillo. Según explica, “hay muchos sitios de España donde se manipulan de forma no controlada e inadecuada todo este tipo de materiales. No somos conscientes del riesgo que puede implicar”.

En este contexto, si se sospecha de que se ha podido tener algún riesgo de contacto y se tiene algún mínimo síntoma, es fundamental acudir a un centro sanitario. “Si puede ser, acudir a un especialista en Neumología, donde se le pueda realizar al paciente un TAC de tórax”. A partir de entonces, es importante realizar un seguimiento. En el momento de la consulta, es posible que la enfermedad aún no haya aparecido, pero esto no significa que ya no vaya a aparecer. Los síntomas pueden surgir más adelante.

Por último, los grupos de riesgo deben estar alerta, pues el mesotelioma no afecta solo a aquellas personas que han manipulado el material de forma directa, sino que también puede aparecer en familiares que han estado en contacto con ellos. “Muchas veces hemos atendido a esposas de trabajadores que estaban en contacto con el asbesto, y han sido ellas las que han sufrido la enfermedad por el contacto con el material que el trabajador traía a casa”, concluye Juan Carlos Trujillo.

Fuente: www.consalud.es

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