Plomo, amianto o arsénico: la ceniza de los incendios en Los Ángeles puede ser tóxica y causar daños a la salud, advierten expertos

Los expertos advierten que las llamas desencadenaron complejas reacciones químicas en la pintura, los muebles, los materiales de construcción, los coches, los aparatos electrónicos y otras pertenencias, convirtiendo objetos corrientes en cenizas potencialmente tóxicas que requieren equipos de protección para manipularlas con seguridad. Las cenizas pueden contener plomo, amianto o arsénico, así como nuevos materiales sintéticos.

“La ceniza no sólo es ceniza. Hay que recordar el garaje o lo que hay en tu casa. ¿De qué están hechos sus muebles? ¿De qué están hechos sus electrodomésticos? ¿De qué está hecha tu casa?”, se pregunta Scott McLean, ex jefe adjunto de la oficina de comunicaciones del Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California. “Gran parte son productos derivados del petróleo y diferentes compuestos que implican un riesgo extremo de incendio cuando entran en combustión”.

Eso es especialmente un problema cuando la gente empieza a rebuscar entre los daños del incendio. Los estudios muestran que las personas que participan en la recuperación en las zonas afectadas por las cenizas podrían enfrentarse a riesgos para la salud por respirar lo que haya allí.

Incluso las sustancias químicas inocuas que suelen encontrarse en los materiales domésticos -como el dióxido de titanio de la pintura o el cobre de las tuberías- pueden formar compuestos más reactivos tras un incendio, según Mohammed Baalousha, profesor de Ciencias de la Salud Ambiental de la Universidad de Carolina del Sur, que estudia muestras de ceniza para comprender mejor qué materiales están presentes y cómo cambian tras los incendios forestales.

Los científicos siguen tratando de entender exactamente qué efectos tienen esos cambios químicos en la salud humana, no sólo en California, sino también en lugares como Maui y otras zonas afectadas por incendios forestales.

Los residentes de Maui se mantuvieron alejados de las zonas contaminadas durante casi dos meses, pero siguen preocupados por los efectos a largo plazo sobre la salud. En California, las autoridades no permiten que los residentes regresen a muchos lugares, probablemente durante al menos una semana, mientras se restablecen los servicios públicos, se llevan a cabo operaciones de seguridad y se busca a personas, según el sitio web de recuperación del condado de Los Ángeles.

Algunas sustancias químicas están relacionadas con enfermedades cardiovasculares y la reducción de la función pulmonar. Otros efectos adversos para la salud podrían derivarse de la inhalación de formas más móviles y tóxicas de arsénico, cromo y benceno. La exposición a la magnetita, que puede formarse cuando el fuego quema hierro, se ha relacionado con la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo.

“Podría llevar mucho tiempo determinar todos los posibles efectos de estas partículas sobre la salud”, debido a la complejidad de las reacciones químicas y a la cantidad de sustancias que quedan por estudiar, afirma Baalousha.

Los investigadores señalan la variedad de problemas de salud potencialmente relacionados con el polvo de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

“Siempre me he acordado de todas las personas que entraron corriendo en el World Trade Center el 11-S, y que en realidad no estuvieron allí tanto tiempo en términos de exposición total”, dijo Jackson Webster, que estudia las secuelas de los incendios como profesor de ingeniería civil en la Universidad Estatal de California, Chico. “Pero han aumentado los casos de todo tipo de enfermedades y dolencias”.

Baalousha añadió que a los científicos también les preocupa adónde irán a parar todos los residuos. Algunos materiales potencialmente peligrosos podrían acabar en el agua potable o incluso desembocar en el océano, afectando negativamente a la vida marina. Es algo que los expertos de Hawaii están estudiando tras el mortífero incendio de Maui del año pasado.

Mientras los investigadores continúan su trabajo, las personas que regresan a sus hogares en California deben anteponer su seguridad, dijo.

“Sabemos que hay muchas emociones y sentimientos que pueden hacer bajar la guardia, pero no hay que hacerlo”, afirma Baalousha. “Sólo hay que estar seguros. Ten cuidado. Ponte todo el equipo que puedas -al menos una mascarilla N95, guantes- y mantente a salvo. Porque has perdido tu propiedad. Pero no querrás afectar tu salud a largo plazo”.

Fuente: www.telemundo.com

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