20 Julio 2023
El fibrocemento con amianto fue uno de los materiales de construcción más populares durante el siglo XX debido a su abundancia en la naturaleza y su bajo coste. Esta sustancia, llamada también uralita, por el nombre con el que se le conoce a este mineral en España y que adoptó la empresa fabricante, se extiende por multitud de tejados, canaletas y bajantes en nuestro país. No obstante, la degradación y la manipulación del fibrocemento acarrea riesgos asociados a enfermedades como la silicosis, lo que ha hecho que este material caiga en desuso y se hayan impuesto ciertas normas y restricciones a la hora de ser retirado.
La distribución de uralita se prohibió en el año 2002 y desde 2006, se encuentra en vigor un Real Decreto que establece las disposiciones mínimas de seguridad aplicable a los trabajadores expuestos a esta sustancia. Esta norma contempla los equipos de protección individual (EPIs) necesarios para el desamiantado de una construcción, tales como mascarillas, guantes, gafas, monos o los sistemas anticaída para la realización de trabajos en altura. Retirar el amianto de una finca es un proceso bastante largo y costoso, para el que deberás tener en cuenta los siguientes aspectos.
El hecho de mantener una construcción con amianto no es peligroso per se, si bien es cierto que el ciclo vital de este material es de unos 50 años. Lo que es realmente peligroso es el hecho de que el tejado de tu cuarto de aperos o tu nave presente quiebras o erosiones. La ruptura del fibrocemento libera partículas microscópicas que contienen sílice, hierro u otros minerales no degradables con el paso del tiempo. Estas fibras actúan como cuchillas que pueden incrustarse en las vías respiratorias o los pulmones de la persona que manipule el amianto o esté expuesta a una construcción con fibrocemento en estado de degradación, aunque solo sea una vez.
El referido Real Decreto establece cómo ha de llevarse a cabo el proceso de desamiantado, que será el mismo independientemente de la magnitud del proyecto. Existen empresas especializadas con las que puedes contactar, que se encargan de solapar la retirada de las estructuras de fibrocemento con el montaje de las cubiertas o tuberías correspondientes, según el caso, para que las construcciones no queden desprotegidas. Las pautas para la realización de estos trabajos son las siguientes:
Es imprescindible la redacción del plan de trabajo para evitar la dispersión de fibras de amianto en el aire. Este debe contemplar el inertizado a través de sistemas de extracción, el embalaje en sacos cerrados y con etiquetas identificativas del residuo y su transporte a un vertedero autorizado.
La formación de los trabajadores de acuerdo con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, en virtud de que conozcan la importancia de minimizar la exposición al amianto y realizar prácticas seguras. Además de utilizar los equipos de protección respiratorios y para la realización de trabajos en altura, los trabajadores deben pasar por una cabina de descontaminación al finalizar cada turno.
La evaluación del riesgo, puesto que ningún trabajador debe exponerse a una concentración de amianto en el aire superior a 0,1 fibras por centímetro cúbico durante su jornada laboral.
Fuente: www.lavanguardia.com
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