13 Junio 2023
La exposición a fibras de asbesto puede traer enfermedades como distintos tipos de cánceres, fibrosis pulmonar, placas pleurales o alteraciones de la piel y se comprobó que "no hay cantidad mínima de fibras inhaladas para causar daño", informó el médico del trabajo y autor de la normativa que prohibió el asbesto en la Argentina, Eduardo Rodríguez.
La Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) clasifica al asbesto como cancerígeno 1A, que significa que es cancerígeno para seres humanos, y el riesgo extremo para la salud surge de la persistencia de fibras de este mineral dentro de los pulmones.
"Si hablamos de un cancerígeno como el amianto no hay umbral. Entonces, en teoría, con una fibra que ingresa al pulmón puede desarrollarse un cáncer el día de mañana", informó Rodríguez a Télam.
Por esta razón, el médico especialista en asbesto considera que no es pertinente el límite laboral que adoptó el Ministerio de Trabajo en 2003, cuando estableció como valor de concentración máxima permisible 0,1 fibras de amianto por centímetro cúbico de aire, valor que se utiliza hasta la actualidad ya que la normativa no volvió a revisarse desde entonces.
"Algunos países europeos como Francia ya bajaron ese valor de 0,1 a 0,01 fibras por centímetro cúbico de aire, valor que está en carpeta para aprobarse para toda la Unión Europea", señaló el médico especialista.
En este sentido, el Programa Internacional de Seguridad Química de Naciones Unidas establece que "la aparición de los efectos crónicos por exposición al asbesto son independientes de la dosis de exposición, siendo por lo tanto imposible establecer niveles de exposición seguros".
En tanto, las enfermedades que pueden despertarse por la exposición al amianto son: placas pleurales; cáncer de pulmón, de pleura (mesotelioma), de laringe, de peritoneo o de ovarios; y asbestosis (fibrosis de pulmón).
"La más benigna son las placas pleurales. Se trata de una inflamación de la pleural (la piel que cubre los pulmones) porque llegó la fibra y con el tiempo se forman calcificaciones. No se necesita de una gran exposición a fibras para que se desarrollen. Sobre la posibilidad de que llegue a un cáncer no existe una demostración fehaciente: puede que sí como que no", informó Rodríguez.
Por otra parte, con la asbestosis "se endurece una parte del pulmón y ese sector pierde su funcionalidad que es recibir el aire pasando a la sangre para que el oxígeno circule. Es progresivo y puede llevar a la muerte con los años o no y quedarse simplemente en una restricción, que ya implica una incapacidad".
"Fundamentalmente con el asbesto está comprobado que el cáncer puede ser de pulmón, de pleura, de laringe, de ovario y de otras células mesoteliales como el mesotelioma de peritoneo y de pericardio (corazón)", indicó el especialista.
Sobre el mesotelioma informó que tampoco "se necesita de una intensa o prolongada exposición" a las fibras y que tanto esta enfermedad como el cáncer de pulmón "tienen un período de latencia".
"No es que vos te exponés hoy y hacés el cáncer mañana. Ese período de latencia puede ser de muchos años. Por eso muchos de los que terminan muriendo por cáncer por asbesto ni se enteran porque ya están afuera del trabajo. Eso dificulta la asociación del diagnóstico con el origen de la enfermedad", explicó.
Y remarcó: "De ahí la importancia de mantener una vigilancia médica durante al menos 30 años desde el momento en que finalizó la exposición".
Fuente: www.grupolaprovincia.com
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