01 Junio 2023
La presencia de amianto, un material utilizado como aislante que puede provocar cáncer y otras enfermedades, en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) afecta también a la Unidad Militar de Emergencias, que tiene allí ubicados su cuartel general y otras unidades.
Confidencial Digital ha comprobado que la UME esta buscando una empresa para encargarle la ejecución de unas “Obras de desamiantadode diversos materiales en instalaciones UME y sustitución de cubiertas en la BAT”
Es una obra importante, con un presupuesto base de licitación sin impuestos de 308.100,12 euros.
En la documentación del contrato, la Unidad Militar de Emergencias señala que “las instalaciones de instrucción y adiestramiento del Polígono de Prácticas de la UME en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, están afectadas por la presencia de amianto en forma de aislamiento en las tuberías de climatización en los edificios antiguos (High School y Edificio gemelo)”.
Concretamente, “se ha detectado la presencia de amianto recubriendo las tuberías de los edificios que componen el polígono, así como las áreas directamente afectadas por la caída de dicho material al suelo con contenido en amianto”.
La UME ha planificado acometer las actuaciones de desamiantado en esos dos edificios, que son totalmente independientes.
En el Edificio High School se requiere realizar el “desamiantado delaislante de las tuberías de climatización del edificio actualmente clausurado”.
La longitud total de las tuberías es de aproximadamente 4.000 metros lineales, con varios tipos de aislante con diámetros comprendidos entre 1" y 4".
En el llamado Edificio Gemelo, también clausurado en la actualidad, las necesidades son similares: hay que sustituir el aislante de 8.000 metros de tuberías de climatización.
El objetivo es “la completa eliminación del amianto en las zonas de actuación”, lo que implica “la demolición y retirada de aquellos materiales que nos son descontaminables tales como telas que recubren los aislantes y partes metálicas de las tuberías que no se puedan retirar”.
Pero el amianto se ha detectado en otras zonas de las instalaciones de la UME en la base de Torrejón de Ardoz, en la denominada “zona de las naves americanas” y “zona práctica de ingenieros - caballerizas”.
En un edificio, el 393, se deberá limpiar todo el interior, lo que se prevé que genere 5 metros cúbicos de residuos.
De otras dos construcciones se desmontará la cubierta a dos aguas de placas de fibrocemento que contienen amianto: unos 250 metros cuadrados, además de otros 170 en otro edificio.
En total, la UME se ha fijado como objetivo “la completa eliminación del amianto” en las zonas de actuación, que sumen “aproximadamente 8.000 metros de aislante de tuberías sumando los dos edificios, 420 metros cuadrados de cubierta de fibrocemento con amianto y la retirada de 5 metros cúbicos de material”. Aunque la suma de los 4.000 de un edificio y los 8.000 de otro sumarían 12.000 metros de tuberías.
Se tendrán que retirar y demoler aquellos materiales que nos son descontaminables: telas que recubren los aislantes y partes metálicas de las tuberías que no se puedan retirar.
En los documentos se revela que “los trabajos de desamiantado total de las diversas instalaciones de la UME y sustitución de las cubiertas está previsto para un máximo de 2 años”, y se realizarán por tramos de 1.000 m. l. /año.
La información puesta a disposición de las empresas indica que “el material de aislamiento se analizó en mayo del 2020 y su composición es 100% Crisotilo o amianto blanco”. Ese material “es altamente friable, dicho amianto se encuentra libre formando parte del propio material”, lo que hace más fácil que se pueda desmenuzar con la mano.
Se explica que “el Crisotilo es un mineral del grupo de los Silicatos, subgrupo Filosilicatos y dentro de ellos es una serpentina-caolinita. Es un hidroxi-silicato de magnesio (silicato de magnesio hidratado) con sustituciones parciales del magnesio por hierro”.
Es precisamente cuando las placas de fibrocemento se parten o desmenuzan cuando las fibras de amianto se esparcen por el aire, y se genera el peligro de que la inhalen las personas. La acumulación de esas fibras en el organismo puede provocar, y provoca en porcentajes importantes, cáncer de pulmón y otras enfermedades graves.
Para retirar todo este material contaminante, la UME exige que se siga un protocolo muy estricto con cámaras o burbujas en depresión equipadas con esclusas de acceso de material y de personal en todas las áreas de desamiantado.
La idea es “asegurar la estanqueidad que impide la salida de fibras de amianto al exterior de la zona de trabajo, y por otra parte, permitir el acceso y salida a las zonas con amianto del personal y de los materiales en condiciones de seguridad”.
Los trabajadores deberán utilizar equipos de protección individual para acceder a las “zonas sucias”, en las que habrá elevados niveles de fibras de amianto, y se tratará de garantizar el sellado de esas zonas para que las fibras cancerígenas no se extiendan por la base de Torrejón: “Para evitar fugas de fibras de asbestos se instalarán equipos de extracción en el interior de los cerramientos con filtros HEPA”.
Precisamente los trabajos contra la contaminación de amianto en las tuberías de agua caliente de Torrejón de Ardoz, que reveló el diario El Mundo en agosto, fueron seguidos posteriormente de otras actuaciones en diversas instalaciones del Ejército del Aire, de la Armada y del Ejército de Tierra.
Confidencial Digital reveló distintas licitaciones que el Ejército de Tierra había lanzado para retirar amianto de acuartelamientos en distintos puntos de España: Cáceres, Cádiz, Navarra, Cartagena...
La asociación Unión de Militares de Tropa planteó al Mando de Personal del Ejército de Tierra una batería de preguntas a raíz de la publicación de esos contratos.
ECD ha podido conocer las respuestas que dio el Ejército de Tierra a estas cuestiones.
En la contestación se revela que además de los cuarteles citados por ECD (Santa Ana-Cáceres, El Copero-Sevilla, Tentegorra-Cartagena), se estaba trabajando en otros para retirar amianto.
Tierra reveló que también se encuentra ya en marcha un proyecto dedemolición de naves con amianto en el campo de maniobras y tiro Alférez Rubio Moscoso, en Granada.
Quiso conocer la Unión de Militares de Tropa si Tierra había elaborado algún informe sobre todos los cuarteles y bases en los que hay amianto.
El Mando de Personal respondió que sí se ha recopilado información sobre la presencia de amianto, y se ha detallado la base o acuartelamiento afectado y su ubicación.
Eso sí, la determinación de si el amianto es friable (el más peligroso para la salud) o no es competencia de técnicos especializados, y los estudios para ello no se han podido realizar aún en todas las bases del Ejército de Tierra.
No se atrevió a dar una cifra, ni siquiera estimativa, de en cuántas bases se va a tener que realizar obras para eliminar el amianto, ya que aún está en marcha el proceso de recopilación de la información.
Por eso mismo, el Ejército de Tierra tampoco tiene una previsión de cuándo se habrá retirado todo el amianto. Falta recabar información más detallada de los cuarteles donde se tiene que retirar, o incluso se debe demoler algún edificio.
Cuando se vayan recibiendo todos los informes, se realizarán estudios de viabilidad para retirar este material de forma escalonada.
Eso sí, el Ejército de Tierra señala que conforme se realizan otras obras y reformas, se va descubriendo la existencia de amianto en diversas bases. Cuando hay uno de estos hallazgos, y ese amianto supone un riesgo para la salud del personal, se inician los trabajos de retirada.
Sobre el peligro para la salud de los militares y civiles que trabajan en esas bases, Tierra explica que la unidad de coordinación de prevención de riesgos laborales del Ministerio de Defensa les remitió unas medidas que contemplan que se soliciten exámenes específicos de salud para elpersonal que pueda haber estado expuesto al amianto.
También respondió que las unidades que han detectado amianto en sus bases realizan una evaluación de riesgos en las instalaciones afectadas, para valorar si se puede seguir usando ese espacio o si es mejor desalojarlo.
Las otras medidas fijadas por Defensa son contratar empresas autorizadas que realicen inspecciones para valorar el riesgo potencial; si es necesario, contratar la retirada del material con amianto o efectuar tratamiento de estabilización y confinamiento; continuar con la evaluación de riesgos donde no se haya realizado aún; incluir en la planificación de la actividad preventiva las acciones pendientes de realizar; y formar e informar al personal de todas las unidades, centros y organismos de las características y riesgos del material con amianto.
Algunas de las respuestas dadas por el Mando de Personal del Ejército de Tierra no encajan con las contestaciones del Ministerio de Defensa a preguntas similares: en UMT no entienden “cómo varios días después de esta comunicación se nos traslade que por parte del Ministerio de Defensa no existe aún un inventario de instalaciones donde hay presencia de amianto, y el Ejército de Tierra constata que ha recabado información sobre la presencia de este material” en su ámbito.
Por eso, han registrado una nueva batería extensa de preguntas dirigidas al Ministerio de Defensa, para que le explique en qué punto están los trabajos para determinar en qué instalaciones militares hay amianto.
Fuente: www.autonomico.elconfidencialdigital.com
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