Las enfermedades profesionales son aquellas contraídas a consecuencia del trabajo realizado por cuenta ajena. Se considera que hay seis grupos de enfermedades profesionales: causadas por agentes químicos, por agentes físicos, por agentes biológicos, por inhalación de sustancia y agentes no comprendidos en alguno de los otros apartados, enfermedades de la piel causadas por sustancias y agentes no incluidos en los anteriores, y enfermedades causadas por agentes cancerígenos. En los últimos años (entre 2012 y 2018), las bajas por enfermedades profesionales se han disparado un 35% en el conjunto del país.
¿Cuáles son los oficios con más riesgo de tener una enfermedad profesional?
Atendiendo a los grupos de enfermedades profesionales, los carniceros, vendedores, personal de limpieza y peones de la industria manufacturera son los que están más expuestos a las patologías causadas por agentes físicos (fatiga, inflamación de las vainas tendinosas, posturas forzadas, repetición de movimientos, lesión del menisco, bursitis, túnel carpiano…).
Por su parte, los curtidores de piel, trabajadores de fábricas de cemento, industria de cosméticos, perfumes y jabones son los más expuestos a las enfermedades profesionales por agentes químicos.
El personal sanitario es el que más riesgo tiene de sufrir una patología por agentes biológicos, y los trabajadores de canteras y pulido de rocas silíceas (enfermedad de la silicosis), trabajadores de la industria alimentaria, panadería e industria cervecera (asma) son los más expuestos a las enfermedades causadas por inhalación de sustancias. Por su parte, el personal de limpieza, peluquería e industria alimentaria, son los que con más frecuencia sufren las enfermedades dérmicas causadas por agentes químicos. Y, en último lugar, aunque no menos importante, los trabajadores expuestos al amianto, arsénico y níquel son los que más riesgos asumen de sufrir las consecuencias de agentes carcinogénicos.
Fuente: www.salamancartvaldia.es