Optimismo y batalla contra el amianto

Txema se muere. Tan doloroso y rotundo como el diagnóstico que recibió el pasado mes de mayo. Desde los 19 hasta los 33 años trabajó en la extinta Súper Ser. Ahora, 32 años después y recién jubilado, le han detectado un cáncer de pleura provocado por el amianto que pululaba en el ambiente de la factoría. No tiene cura y la quimioterapia, de momento, es el único tratamiento para ralentizar el proceso. Un mazazo.

“No parece justo que te pase cuando simplemente quería disfrutar de una jubilación y una calidad de vida que todos nos merecemos. Y encima que sea un cáncer provocado en un trabajo y un ambiente en el que se tenía que haber puesto más precaución e información para los empleados. Unas revisiones periódicas, un seguimiento... Sin embargo no se hizo nada”, explica Txema acompañado por su esposa Mariasun. Este matrimonio, que pensaba casarse en agosto y tuvo que adelantar la boda a junio porque “igual no llegaban” ha decidido echarle valor y afrontar la enfermedad con actitud positiva. Para empezar, están pergeñando una asociación que aglutine a más afectados y sus familias, un punto de encuentro en el que desahogarse, recibir información sobre cómo actuar y buscar soluciones. 

No quieren que nadie se compadezca ni oír hablar del qué pena. Son conscientes del diagnóstico, pero no se rinden y van a plantar batalla. “Todavía voy a dar mucho por el saco. No saben con quién se han topado...” cuenta animado este vecino de Ansoáin. “Ella y yo decidimos no rendirnos. Lloraremos y nos vendremos abajo, pero luego subiremos. Eso lo tenemos claro. Vamos a estar ahí, la gente que nos quiere va a disfrutar de nosotros todo lo que tengamos que disfrutar y ya está. Y queremos que la gente tome consciencia, hacernos oír”, cuenta después. 

“A mí me da mucha pena que lo poquito que se oye de estos casos es que se han cobrado indemnizaciones. Está muy bien y tenemos que reclamarlas, pero detrás hay mucho sufrimiento, llanto, rabia, miedo, mucho de todo... y de eso también se debería hablar. Estamos haciendo la asociación para la gente que esté pasando por lo mismo que nosotros. Hay veces que simplemente necesitas decirle a una persona la rabia que tienes en el cuerpo. Parece una tontería, pero es muy necesario”, dice Mariasun.

“Es para ayudarnos entre todos. Se va a preguntar, se va investigar, vamos a tratar de enterarnos de qué se puede hacer para al menos aliviar, tanto física como emocionalmente, la enfermedad”, explica Txema sobre ANANAR (Asociación Navarra de Amianto Nuevo Amanecer Respirando). “Amanecemos, respiramos y damos gracias a Dios por estar vivos. Lo único que quieres es abrir los ojos al día siguiente y decir, ‘coño, sigo dando guerra”, continúa Txema, para quien la única prioridad es el día a día. “Lo vives con más intensidad. Ahora lo único que queremos es vivir el momentico, como se dice en Pamplona, con la persona que quieres. Y que eso te haga subir parriba y animarte”, detalla. 

tratamiento en francia Para Txema y Mariasun, sin “hacernos ilusiones vanas” existe un pequeño rayo de esperanza más allá de los Pirineos. Al parecer un investigador francés ha descubierto una vacuna que, aunque no cura este tipo de cáncer, sí lo neutraliza. De momento está en fase de pruebas con animales, pero la vacuna podría estar lista en 18 meses. Un tiempo que no pueden permitirse. “¿Que no se puede? Pues mira, los que aguantemos ahí vamos a estar peleando. Y si no es por mí, que sea por los que vengan después, pero al menos los primeros pasos ya se están dando”, dice Txema.

Para agilizar el proceso, este matrimonio ha comenzado una colecta de tapones de plástico. Hace falta mucho dinero para la investigación, y la tarea es titánica porque la tonelada se paga a 200 euros. “Yo a veces le digo, ‘cariño, estoy soñando con tapones, me veo nadando con ellos”. Cuentan con varios puntos de recogida en distintos establecimientos. En Recrearte Taller (calle Sandoval 6), Intimalia (calle Bergamín 7), Centro de Sensaciones y Bienestar Susana Urtasun (calle Fueros de Navarra 1 bajo, Ansoáin), Creaciones Tula (Padre Maceda número 3, Rochapea), Casa Arburu (calle San Martín 76, en Auza), Mercacartucho (Avenida Pamplona 2, Barañáin), Conservas Íñigo, (polígono Plazaola 15, Berrioplano), bar AliCris, (plaza de los Sauces 4, Barañáin), y el Eroski de la Rochapea (Raimundo Lanas). Además, para cualquier aportación, duda, para pedir consejos o información... el teléfono de Mariasun siempre está disponible: 692913921. 

“No tenemos el monopolio de la vida y del tiempo que vamos a estar aquí, porque de la misma manera puedes salir a la calle, te lleva un coche por delante y ya está. Pero mientras hay vida hay esperanza”, comenta Txema con aplomo. “Así que decidimos, si nos da la vena, pues lloramos. Moqueamos muy a gusto y cuando ya te has sonado los mocos ya vale, arriba y a otra cosa”, prosigue su mujer.

“Por otro lado, yo creo que no saben con quién han topado. Soy cabezón cabezón. Tendré que irme, que me iré, pero lo haré las botas puestas. Tendré mis días con dolor... pero hoy por hoy mi prioridad es luchar, tirar hacia adelante por esta mujer, que se lo merece, por mí y por todos mis seres queridos”, termina Txema. 

Fuente: www.noticiasdenavarra.com

http://www.noticiasdenavarra.com/2016/09/01/vecinos/optimismo-y-batalla-mientras-quede-aliento